Corte de diamante
Aunque los diamantes existen desde hace miles de millones de años, sólo en la historia reciente el hombre descubrió una manera de intensificar la belleza de un diamante en bruto: cortándole varias facetas y puliendo cada una de esas facetas para aumentar su brillo.
Los diamantes son conocidos por su brillo y la intensidad con la que reflejan la luz. La talla de un diamante es uno de los aspectos más importantes (y visuales) a considerar al clasificar un diamante, ya que determina directamente el fuego, el brillo y el centelleo del diamante. A menudo confundido con la forma de un diamante (redondo, princesa, esmeralda, cojín, etc.), el corte de un diamante se refiere a qué tan bien se ha cortado y pulido el diamante, independientemente de su forma final.
Lo que diferencia el “recorte” de las otras 4C es que no está enteramente determinado por la naturaleza. Un diamante se corta y pule a manos de un maestro artesano que se asegura de que cada faceta se pula hasta lograr una proporción y simetría perfectas. Cuanto más precisa y científicamente calculada sea la talla, más bello y cautivador se vuelve el diamante. Un maestro cortador de diamantes necesita horas de análisis antes de determinar el corte que producirá el diamante más hermoso y valioso. El proceso de corte y pulido lleva varios días y es de vital importancia: incluso si un diamante tiene una calificación alta en todas las otras 4 C, un mal corte o pulido lo dejará con un aspecto opaco y sin brillo.
“La belleza de un diamante tallado perfectamente no se trata sólo de su exquisita estética, sino también de la forma en que te hace sentir”, dice Yair Shimansky, fundador y director ejecutivo de Shimansky.
Al elegir un diamante, eche un vistazo al certificado del diamante, que indicará cómo se ha clasificado la talla. Un diamante redondo de talla brillante (la talla de diamante más popular) se clasifica en forma de Excelente, Muy bueno, Bueno, Regular o Pobre. Un diamante cortado demasiado superficial “filtrará” luz por la parte inferior y si el corte es demasiado profundo, la luz se escapará por los lados. En un diamante de talla ideal con las proporciones y simetría correctas, la luz que ingresa al diamante regresa fuera de la tabla y la corona del diamante, dándole más fuego, brillo y centelleo.
Shimansky es conocido por varios cortes de diamantes característicos, como el diamante My Girl y el diamante Brilliant 10. El diamante Shimansky My Girl es el primer diamante de talla cuadrada del mundo con una mesa en forma de diamante. Único en su tipo, ofrece el equilibrio perfecto entre fuego, brillo y centelleo, y se sacrifica hasta la mitad de la piedra en bruto para crear el fascinante corte My Girl.
El diamante Brilliant 10 fue diseñado y desarrollado por Yair Shimansky después de una extensa investigación sobre el comportamiento de la luz y la óptica. Como testimonio de la constante búsqueda de la perfección por parte de Shimansky, el diamante Brilliant 10 tarda hasta tres veces más en cortarse y solo puede ser pulido por un puñado de pulidores de diamantes expertos. La esencia de este corte patentado es su capacidad de reflejar la luz que ingresa al diamante a través de la mesa con poca o ninguna fuga de luz, una primicia mundial en la industria del diamante. "Esto significa que el diamante brillante 10 muestra hasta un 25% más de brillo que un diamante normal y tiene un color hasta dos tonos más blanco que su color real", explica Yair Shimansky. Diez corazones perfectos y diez flechas perfectas hacen del Brilliant 10 el diamante de talla más brillante del mundo, buscado no sólo por su belleza, sino también por sus características únicas que no se pueden encontrar en ningún otro diamante.
El verdadero valor de una creación de joyería Shimansky sólo se materializa cuando la usa la persona a la que está destinada.
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